El shibari erótico no tiene que ser complicado. Ni se limita a un fetiche por las cuerdas o por atar y ser atado.
Es una forma de gestionar el deseo, estimularlo y satisfacerlo. La mente y el cuerpo son fundamentales, mientras que la honestidad es esencial. Las cuerdas son simplemente una herramienta.
El shibari erótico se fundamenta en el deseo sexual, no en el amor. Confundir estos conceptos y abordar el shibari desde una perspectiva amorosa es un error peligroso.
Es crucial diferenciar entre compartir una experiencia erótica y utilizar el sexo como medio de vinculación, ya que esto puede llevar a sacrificar el deseo individual en favor del vínculo.