0208 AGARRE

Técnicas para el Manejo del Cuerpo en el Shibari

Agarre |

20 minutos Taijutsu (體術)

Agarre | Kote Tori (小手取)

Kote tori (小手取), también conocida como la técnica de agarre, es una de las habilidades que toda persona interesada en aprender a atar dentro de este estilo debe practicar incansablemente.

Dominar esta técnica es crucial para poder construir un espacio compartido (maai) y gestionar la tensión en el cuerpo, ya que representa el primer y decisivo contacto entre la persona que ata y la persona atada.

Aunque esta técnica tiene sus raíces en las artes marciales, en ningún caso debe entenderse como una forma de enfrentamiento, ni mucho menos de imposición de la voluntad de la persona que ata sobre la persona atada.

Al contrario, es una herramienta para la comunicación, para transmitir a la persona atada la intención de quien la va a atar, al tiempo que escucha su reacción y adapta su técnica para gestionar la sesión de forma armónica y sin rupturas.

La práctica y comprensión de esta técnica nos ayudará a entender la diferencia entre las aplicaciones duras y blandas dentro del estilo sekibaku, conceptos difusos para los cuales es complicado desarrollar una explicación que pueda llevarse a la práctica.

Algunos de los conceptos que se manejan en Kote Tori son conectar, mantener, enlazar o seguir, empleando en algunos casos las manos y en otros el core como vértice del movimiento.

Además, es necesario escuchar, gestionar, estimular, sugerir, subir y bajar, todas técnicas fundamentales de comunicación no verbal para gestionar la emoción y el deseo durante una sesión de shibari erótico.

Conectar

Conectar no es algo mágico que suceda por intercesión del amor o el espíritu santo.

La forma de acercarse, la actitud, la seguridad, la firmeza o suavidad en los movimientos, el análisis de la otra persona, la honestidad y una intención clara harán más fácil «conectar».

Todo esto, requiere un esfuerzo por parte de la persona que ata, poniendo todo el foco en la persona atada, anteponiéndola a su ego.

Mantener

Una vez se establece el contacto físico entre la persona que ata y la persona atada, debe mantenerse hasta el final de la sesión, bien sea con las manos, bien con otras partes de cuerpo o con la cuerda.

Enlazar

Empleamos el término “enlazar” y no “vincular” para referirnos a crear un lazo de comunicación entre dos personas, que va de una a otra y vuelve. Un ciclo que se repite continuamente durante toda la sesión.

Los vínculos, en el área emocional, no son compatibles con la exploración activa del deseo erótico.

Escuchar

Parte clave de la comunicación, y más en una conversación, es escuchar.

La persona que ata debe estar atenta a la forma en que la persona atada reacciona a cada una de sus acciones.

Seguir

En el sentido de que una vez que se escucha, hay que seguir la conversación, mantener el hilo de la misma, adaptar las acciones a la respuesta recibida.

Gestionar

En todo momento, ha de ser la persona que ata quien gestiona la sesión, no imponiendo, no dominando, sino modulando la expresión emocional de la persona atada.

Estimular

En un encuentro erótico no hay lugar a los movimientos fríos, dubitativos o innecesarios. La estimulación (siempre indirecta, como ya veremos más adelante) es clave en la gestión.

Sugerir

Durante todo el curso, nos referiremos a este concepto como iniciar el movimiento. Es una forma de gestión y escucha.

Sugerir de forma no explicita una acción y esperar la respuesta para dar el siguiente paso.

Subir y Bajar

Alterar el ritmo y el tono, tanto para adecuarlo al momento, como para encaminarlo hacia el siguiente paso.

En los temas dedicados a Fuchin tratamos este aspecto en profundidad.

Cuando se aplica esta técnica, es importante identificar y evitar sus vicios o defectos, que son:

  • La unilateralidad, es decir, manejar a la persona atada sin escuchar ni atender su deseo.
  • El uso de la fuerza física como lenguaje y herramienta de gestión.
  • La pérdida de contacto o de control sobre la movilidad y conducta de la persona atada.
  • Y la resistencia a la restricción, por parte de la persona atada, lo que viene a ser una trasposición de la unilateralidad desde la parte atada.

Conocer y comprender los fundamentos es clave para manejarse con soltura y seguridad en el estilo. Una técnica aparentemente simple, como es Kote Tori, integra toda una serie de fundamentos en su desarrollo y aplicación.

Por supuesto, que puedes aplicar esta y otras técnicas ignorando todos estos detalles, pero os estaréis perdiendo una parte importante en vuestra vivencia del shibari, y lo que es peor, en caso de que algo no funcione o salga mal, no sabrás cuál es la causa, ni como reaccionar adecuadamente.

Katate Dori (片手取り)

Este es un ejercicio complementario del Kote Dori, en este caso, la persona atada debe agarrar a la persona que ata, y esta debe gestionarla.

Combinando ambos ejercicios iréis desarrollando las habilidades para un manejo más eficiente del cuerpo, tanto de la persona que ata como de la persona atada.

Una clave, controlad donde están el dedo meñique de la persona atada y su codo.