Nawasuji es la tercera de las áreas de estudio del Yagami Ryu y se centra no tanto en crear figuras predeterminadas, sino en el uso de la cuerda para gestionar el cuerpo.
Frente a otros estilos de shibari que se basan en figuras o patrones de cuerda predefinidos, el enfoque del Yagami Ryu busca la utilidad práctica de la cuerda dentro de la interacción erótica.
Desde la perspectiva de la vivencia erótica, no podemos asumir que una misma figura o patrón de cuerdas resulte estimulante para todas las personas, independientemente de sus gustos. Al igual que no todos disfrutan del mismo sabor de helado.
De hecho, la experiencia propia y las conversaciones con usuarios y alumnos indican que limitarse a patrones cerrados puede resultar aburrido, desmotivador y, en muchos casos, generar inseguridades y frustraciones que dificultan establecer un contexto erótico adecuado.
Sin duda, uno de los elementos característicos del shibari es el uso de las cuerdas y los patrones reconocibles.
Sin embargo, en la Escuela de Shibari - Shibari Dojo, optamos por un enfoque diferente: centrarnos en el estudio de los fundamentos técnicos y en comprender la física que implica la aplicación de cuerdas en un cuerpo restringido.
En este sentido, la función de la cuerda dentro de este paradigma no es otra que afianzar la restricción anatómica y ofrecer soporte y apoyo a la persona atada.
No olvidemos que no estamos atando un objeto inerte, sino a una persona activa, y que el objetivo no es inmovilizarla, sino aumentar su estimulación y excitación mediante la restricción.
Desarrollo progresivo de las habilidades
Por seguridad, eficiencia y fluidez en la interacción erótica, la persona que ata debe dominar la técnica de la cuerda.
¿Toda? No.
Adquirir las habilidades manuales requeridas para un manejo avanzado de la cuerda en shibari exige tiempo, práctica y dedicación. Somos plenamente conscientes de que no todo el mundo puede dedicar el tiempo y la energía necesarios.
Precisamente, el proceso formativo se estructura de forma modular, con cada paso o técnica basado en lo visto previamente. E
sto facilita que cada persona pueda utilizar en el juego, con plena eficacia, seguridad y satisfacción, aquellas técnicas que domine, sin necesidad de completar procesos complejos que excedan sus habilidades o simplemente no le interesen.
De esta aplicación segura y eficiente nacerá la confianza en sus capacidades por parte de la persona que ata, liberándose de la presión que supone manejar situaciones en las que no se siente cómoda.
Por ejemplo, muchas veces nos comentáis que os sentís frustrados o incómodos con las suspensiones, ya que son técnicas que no domináis y conllevan un riesgo elevado para la persona atada.
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Aquí no hay atajos; se trata de habilidades manuales que requieren tiempo y dedicación por vuestra parte, y sé que no siempre es posible.
Pero, al mismo tiempo, confío en vuestra capacidad para actuar de forma responsable y manteneros dentro del límite que marcan vuestras habilidades.
Esto es importante: no se trata de llegar a ningún sitio, ni de completar un proceso complejo con todos sus pasos intermedios. Ni mucho menos de que el resultado de vuestra atadura se parezca al de otra persona o a una foto.
No, el único propósito de hacer shibari erótico es disfrutar, satisfacer nuestros deseos juntos y de forma segura.