En Yagami Ryu hay dos formas o maneras de aplicar la técnica, son el modo fluido (TOGINAWA) y el modo estricto (SHODEN).
Más allá de los gustos y preferencias personales, es importante manejarse en ambos modos y poder combinarlos en una misma sesión.
Estos “modos de aplicación” no hacen referencia a la brusquedad, fuerza o presión física con que aplicamos las cuerdas o ejecutamos las ataduras, sino que se refieren al «ánimo» con el que quien ata gestiona la sesión.
Para entender esto un poco mejor vamos a repasar algunos conceptos básicos que definen el shibari en el Yagami Ryu.
Al estilo de shibari, lo llamamos SEKIBAKU, término que podemos trasladar al español con la expresión “atar en corto”, es decir, tener bajo control.
Así mismo, la expresión japonesa lleva la carga de esa gestión a la persona que ata.
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Cerramos este artículo volviendo a una de las características identitarias del Yagami Ryu: adaptarse.
La persona que ata, como receptora de los recursos y capacidad de gestión, debe adaptarse continuamente, modulando la aplicación de la técnica, pasando del modo fluido al estricto cuando sea necesario.
Ese es el camino para que ambos partícipes del shibari obtengan la satisfacción y compartan una vivencia enriquecedora.