El shibari es una técnica aplicada que requiere tanto del estudio, conocimiento y comprensión de los conceptos y principios en los que se basa como del desarrollo de habilidades manuales.
Para alcanzar la eficiencia y destreza demostradas por maestros como Yagami Ren, cuyas performances y vídeos nos maravillan, es necesario practicar tanto como ellos.
Por ejemplo, Yagami Ren lleva casi 20 años dedicados al shibari, con un mínimo de 8 horas de práctica al día, todos los días de la semana. Como es japonés, no conoce el concepto de vacaciones, tan solo disfruta de unos pocos días de descanso a lo largo del año. Además, suma más de 25 años de estudio y práctica del aikidō.
Pero no solo se trata del tiempo que él dedica a practicar shibari y perfeccionar sus habilidades. También las modelos con las que trabaja son (o deberían ser) profesionales que dedican mucho tiempo a prepararse.
Para que la práctica sea eficiente y revierta en progreso y aprendizaje, se requiere, en primer lugar, un método y una estructura de trabajo, y luego una supervisión experta que valore y corrija cuando sea necesario.
Dificultades en la Práctica
Muchos estudiantes de este curso tienen vidas complicadas, con un tiempo disponible limitado o incluso inexistente. Entre obligaciones, responsabilidades y devociones, apenas encuentran el momento para hacer el curso y ponerlo en práctica.
¿Cómo pedir entonces que dediquéis un par de horas extra cada semana a la práctica frente al espejo?
Como instructor, este es un aspecto que me preocupa, pues nos enfrentamos a una dicotomía: la práctica es necesaria, pero los alumnos no disponen de tiempo para ella. Así pues, en esta lección propongo varias vías para que podáis practicar de forma segura las técnicas que os enseñamos.
Los enfoques de práctica se diferencian según los objetivos de cada persona. A objetivos más ambiciosos, mayor dedicación será necesaria.
Un consejo general: diferenciad claramente la práctica del juego erótico.
El contexto ha de ser distinto. En un caso será erótico e íntimo; en el otro, de estudio y trabajo, con atención, comunicación fluida y enfoque en la técnica.
Adaptación y Técnica
La adaptación es clave. No se trata de imitar o copiar lo que hacen otras personas, sino de encontrar la manera en que, con esa técnica, se logren los resultados deseados. Posiblemente no sea algo tan vistoso como lo que vemos en internet. Pero no es eso lo que buscamos, no estamos haciendo shibari hedonista.
Cuando practiquéis, os recomiendo empezar paso a paso, analizando cada movimiento y técnica aplicada. No os fijéis como objetivo completar la forma, sino comprender cómo se aplica la técnica.
Me explico: iniciáis el ejercicio con un paso, una técnica. Si os parece que la primera vez ha salido bien, va a ser suerte. Repetidlo dos o tres veces y contrastad resultados. Luego, pasad al siguiente paso.
No dediquéis jornadas maratonianas a la práctica. Son preferibles dos sesiones de media hora a la semana que una de cuatro horas al mes.
Antes de completar una forma, debéis dominar cada paso y cada aplicación técnica.
Si encontráis problemas, no os obcequéis. No más de cinco intentos. Si el problema persiste, haced una pausa, descansad y probad de nuevo. Si no lo resolvéis, solicitad una consultoría y analizaremos juntos qué está pasando.
Este método de trabajo paso a paso en las formas tiene un fundamento científico. A partir de cierta edad, nuestro cerebro pierde plasticidad y el proceso de aprendizaje cambia. Necesitamos pasar por un periodo de frustración para fijar nuevos aprendizajes.
Siguiendo este método, lo que no salió bien en la práctica de hoy saldrá mejor en la de mañana, y al cabo de unas cuantas sesiones estará perfectamente dominado y el aprendizaje será duradero.
El Error como Parte del Aprendizaje
El error forma parte de la vida. Cuando practiquéis, cometeréis fallos. Es el camino del aprendizaje. Si todo sale bien a la primera, no habréis aprendido nada.
Incluso quien imparte la clase puede cometer errores: saltarse pasos o variar el proceso de una versión a otra.
Para que tengáis una referencia fiable, el texto escrito será vuestra fuente más precisa de información.
Si, por ejemplo, el texto indica «pasar la cuerda de izquierda a derecha» y en el vídeo se muestra de otra forma, lo correcto será lo que pone el texto, ya que puede revisarse y corregirse con mayor facilidad.
El Feedback en la Práctica
El feedback mutuo es fundamental. Sekibaku se adapta a cada persona, por lo que quienes mejor pueden valorar la aplicación técnica sois vosotros mismos.
Cuando practiquéis, comentad en el momento las sensaciones y analizad a posteriori la técnica de forma constructiva.
No se trata de ser autoindulgentes ni egoístas. Hablad con honestidad y escuchad con humildad.
Si habéis estudiado las técnicas previas, con un par de prácticas la forma fluirá. Si no es el caso, identificad el problema. Si no lo encontráis o no sabéis cómo solucionarlo, consultadnos. Estamos a vuestra disposición.
Es fundamental que la persona atada ofrezca feedback sobre sus sensaciones a la persona que ata.
Debe escuchar su cuerpo, buscar su posición anatómica y entender cómo debe responder la anatomía en cada caso.
La persona que ata debe ser receptiva a estas indicaciones. La aplicación de la técnica debe adaptarse a cada persona y a cada ocasión.
A medida que se aprende el estilo y se adquiere confianza con la técnica, las formas aprendidas en clase podrán trasladarse de manera más fluida a la interacción erótica.
El objetivo es que, con el tiempo y la práctica, asimiléis los fundamentos para poder fluir y crear algo propio en cada ocasión, adaptando vuestro shibari al momento presente.
No se trata de imitar lo que se muestra en los vídeos. El objetivo no es reproducir la figura, sino aprender a aplicar la técnica.
Rutina para la practica intensiva
Quienes quieran dedicarse profesionalmente al shibari, ya sea como instructores, artistas o performers, tienen ante sí el camino más exigente. Como cualquier otra disciplina, requiere largas horas de práctica y estudio. Deberéis entrenar dos, tres o cuatro veces por semana.
Para optimizar la práctica, seguid estas recomendaciones:
- Incluid al menos 10 minutos de calentamiento y preparación funcional específica antes de entrenar.
- Dedicad un tiempo similar al enfriamiento y relajación posterior.
- Trabajad primero sobre los fundamentos, comenzando despacio y aumentando la velocidad progresivamente.
- Realizad cada técnica al menos cinco veces por cada lado (izquierda - derecha).
- No practiquéis técnicas avanzadas sin haber dominado antes las básicas.
- Alternad entre técnicas de gestión, de cuerpo y de cuerda en cada sesión.
- Dejad pasar 48 horas entre sesiones para consolidar el aprendizaje y permitir la fijación de la memoria muscular.
El trabajo es para ambas partes, tanto la persona que ata como la persona atada.
La comunicación directa y fluida entre ambos es esencial para progresar.
Integración en el Juego Erótico
Para quienes no pueden dedicar tiempo a una práctica sistemática, una opción es integrar la práctica en el juego.
Sin embargo, no empecéis por las cuerdas. Incorporad progresivamente los fundamentos: activación muscular, técnica de agarre y restricción anatómica.
Si optáis por este enfoque, aseguraos de dominar con soltura el hon musubime. Podéis aprovechar momentos de ocio para practicar, por ejemplo, mientras veis la televisión.
El shibari es una herramienta para enriquecer la vivencia erótica, no la vivencia erótica en sí misma.
Como instructor, estoy disponible para resolver dudas y verificar progresos, tanto de manera presencial como online.
Los alumnos certificados podrán consultar siempre, incluso una vez finalizado el curso.