Lección 1: Conceptos Base del Yagami Ryu
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Acondicionar la Cuerda - Shibari Dojo - Formación Online

¿Qué medidas? ¿Qué tipo de cuerda? ¿Cuántas cuerdas? Son las preguntas frecuentes en estos casos. Vamos a dedicar un tiempo a conocer, y también desmitificar, el elemento más icónico del bondage japonés.

La cuerda es el elemento que más llama la atención de aquellas personas que se acercan por primera vez al shibari.

Aunque como usuario o comprador de cuerda no tendremos apenas control sobre aspectos técnicos relativos a su fabricación, es necesario entender y conocer cómo y por qué se utiliza un tipo de cuerda y sus características como herramienta

Elección de la cuerda

Una vez tengamos claro que la cuerda solamente es una herramienta, y que manejarla con seguridad y eficiencia es un requisito, veamos qué opciones tenemos.

La primera opción es "cualquier cosa". Lo primero que tengamos a mano. Si cuentas con una buena base técnica podrás afianzar una restricción con casi cualquier elemento.

Pero para que las técnicas aplicadas sean seguras y mantengan su eficiencia es necesario que se trate de un elemento «blando». En este sentido, unos grilletes metálicos no serían una buena opción. Utilizarlos con técnicas de shibari provocará lesiones más pronto que tarde.

Pensando en hacernos con una equipación habitual reseñaré algunas opciones

Cuerdas sintéticas: Pueden servir, pero no son idóneas. Por lo que no las trataremos en este curso.

Cuerdas vegetales: Encontramos varias opciones

Algodón, Lino y Seda son fibras que aportan un tacto muy interesante. No son precisamente interesantes desde el punto de vista de su manejo y desde luego, NUNCA deben utilizarse para suspensiones o ataduras de gran presión.

Coco, Arroz y otras cuerdas elaboradas con fibras ásperas o con muchas impurezas y astillas. No las recomiendo por su textura y aspereza. Salvo que te interese especialmente esa sensación. Pero si vas a causar “daño” que sea siempre bajo control y asumiendo las consecuencias.

Cáñamo y Yute. Son las cuerdas comúnmente asociadas al shibari. En parte por motivos históricos y “tradición”. En parte por ser con estas cuerdas con las que se desarrollaron las técnicas, y, por tanto, son las apropiadas para llevarlas a cabo.

A partir de aquí cuando hablemos de cuerdas nos referiremos a cuerdas de yute.

Medidas

No hay medida estándar, por lo que adaptarse a la persona que ata es la mejor opción.

4 veces la envergadura de brazos es un buen principio. Así podrás «mover» toda la cuerda en tan solo dos brazadas.

Contar con cuerdas cortas también es buena idea. Puedes aprovechar restos de cuerdas antiguas o dañadas, salvando la parte indemne. O directamente cortar en varios trozos una cuerda larga.

Medidas por encima de 8 metros son incómodas. Independientemente de las dimensiones de la persona atada (salvo casos muy puntuales).

El diámetro de las cuerdas es uno de los elementos que influye en su resistencia y manejabilidad. Una cuerda de mayor grosor será, a priori, más resistente y menos manejable que una de menor diámetro.

Por lo tanto, si estamos aprendiendo, cuerdas de 4 o 5 mm de diámetro son perfectas. Requieren menos fuerza en las manos para manejarlas, y con una cuerda fina los nudos quedan estilizados y bonitos, con lo que nos será muy gratificante practicar.

Cuerdas de 6 mm de diámetro se encuentra dentro de lo que se entiende como manejable, y cuentan con suficiente resistencia como para permitirnos asumir prácticas tales como las suspensiones.

Todo esto dependerá siempre de cada cuerda en particular. Las fibras vegetales, como todos los seres vivos, no son estándar y de uno a otro hay grandes diferencias.

Qué significa que la cuerda de yute "está viva": simplemente que procede de una planta que en su momento estuvo viva, y que mantiene algunas propiedades que irá perdiendo paulatinamente. Su elasticidad, resistencia, etc. se ven afectadas por el tiempo que lleva cortada la fibra vegetal.

Siempre que una medida no tenga una importancia clave, es preferible indicarlo en medidas humanas.

No es de recibo ir con una cinta métrica encima a un encuentro erótico, pero siempre llevaremos nuestro cuerpo. Por tanto, medir con los dedos, la mano o el brazo es una buena forma de tomar referencia.

Fabricación de la cuerda de yute

Las cuerdas se elaboran a partir de fibras vegetales que se trenzan en hilos. Estos hilos se trenzan a su vez formando cordones. Y los cordones nuevamente son trenzados para formar la cuerda.

Cada uno de estos elementos «gira» en sentido contrario al anterior. Así se obtiene una cuerda de mayor resistencia que si utilizásemos las fibras en paralelo.

JBO

JBO es el acrónimo de Jute Batching Oil, o lo que es lo mismo: aceite apelmazador empleado en el procesado industrial del yute.

Es un aceite que se utiliza durante la fabricación de los hilos o filásticas con los que se elaboran las cuerdas de yute, y que se añade en el proceso para facilitar su manejo y trenzado. Es algo así como un acondicionador para el cabello.

¿Cuál es el problema con el JBO?

El problema con estos productos viene cuando el fabricante emplea aceites minerales con presencia de hidrocarburos cancerígenos. No todos los fabricantes utilizan aceites minerales, algunos emplean aceites de origen vegetal (que también tiene su problemática)-

Una forma de identificar si hay presencia de aceites minerales en las cuerdas es por su olor. Los derivados del petróleo emiten un olor característico. A petróleo.

El efecto cancerígeno de los hidrocarburos volátiles está sobradamente probado. Esto no quiere decir que exista una relación directa causa-efecto entre utilizar en nuestras sesiones de shibari cuerdas con JBO mineral y la posibilidad de desarrollar algún tipo de cáncer.

Pero exponerse a agentes cancerígenos o disruptores endocrinos es un riesgo que conviene minimizar en la medida de lo posible.

¿Puede eliminarse de las cuerdas?

Sí. Mediante exposición moderada a la luz solar (UV) y una generosa ventilación. Los hidrocarburos son elementos relativamente volátiles.

Ciertamente, se eliminarían de forma eficaz mediante calor, o hirviendo las cuerdas. Pero esto dañaría sus fibras excesivamente.

¿Existen alternativas?

Algunos fabricantes emplean aceites de origen vegetal en lugar de aceites minerales. Normalmente motivados por las regulaciones y legislaciones de los países en los que se ubican sus fábricas. Desde el punto de vista de la salud es una ventaja, pero cuentan con inconvenientes que también conviene valorar.

Por una parte, está el impacto medioambiental, por ejemplo, si utilizan aceite de palma, o de soja transgénica, estaremos hablando de productos que no son sostenibles y generan injusticia social donde son cultivados.

Por otra, la tendencia de los aceites vegetales a ponerse rancios por oxidación, desprendiendo un olor realmente desagradable y poco apropiado para la interacción erótica. Para evitar esta rancificación se puede recurrir a aceites de prensado en frío, o a añadir antioxidantes químicos al aceite, con su consiguiente encarecimiento.

Esto nos lleva a que si un fabricante decide utilizar un aceite vegetal, de cultivo respetuoso con el medio ambiente y que no se vuelva rancio con el paso del tiempo, estará encareciendo su producto.

¿Existen cuerdas libres de JBO?

Técnicamente no. Todas las cuerdas fabricadas industrialmente son “lubricadas” en el proceso. Algunas con aceite vegetal, la mayoría con aceite mineral.

Sí que existen en el mercado cuerdas libres de aceites minerales, elaboradas a partir de yute procedente de cultivos responsables y sostenibles.

Calidad de las cuerdas

La calidad de la cuerda depende de un buen número de factores algunos subjetivos, como su ductilidad.

La longitud de las fibras vegetales, el grosor de la cuerda, su torsión, uniformidad y ausencia de impurezas son indicativos objetivos de calidad en una cuerda.

Una buena práctica es conocer bien tus cuerdas. Corta un trocito de unos centímetros. Observa su corte. Desmenuza la cuerda para ver cómo está fabricada.

Una mayor longitud de las fibras nos dará una cuerda más resiente debido a un mejor reparto de las tensiones en el conjunto de los hilos.

La torsión de la cuerda (en su fabricación) es un factor variable. Hay un grado de torsión óptimo para cada tipo de fibra, por lo que no es necesariamente cierto que una mayor torsión se traduzca siempre en una mayor resistencia.

Un yute de baja calidad (fibra corta) obtendrá su mayor resistencia con un grado de torsión inferior al de un yute de mayor calidad (fibra larga).

En este sentido tiene mayor importancia la torsión en direcciones opuestas (hilo, cordón, cuerda) que una mayor torsión en cada elemento.

Una cuerda de baja calidad con un elevado grado de torsión tiene propensión a la rotura.

Una cuerda demasiado "tensa" es difícil de manejar, mientras que una cuerda muy "floja" se manejará con suavidad, pero será propensa al daño estructural.

Si en prácticas de fuerza o peso aparecen "hernias" en tus cuerdas deberías reemplazarlas por otras de mayor dureza.

Una buena cuerda es ligera y fácil de manejar. No provoca abrasiones ni encallece la piel de las manos de quien la maneja. Debe tener la firmeza adecuada al uso que se le va a dar (diferentes técnicas/estilos tienen preferencia por diferentes firmezas). No debe soltar polvo o fibras en exceso.

El yute siempre produce "pelos" y suelta fibra. Un acondicionado periódico solucionará este problema.

Cierra tus cuerdas con un nudo sencillo hecho en la dirección de la torsión. No lo hagas justo en el extremo, deja unos 5 cm de cuerda. Así garantizas que las hebras se comprimen de forma homogénea y no se descompensarán cuando se les aplique tensión.

Conceptos éticos como el origen de las cuerdas, condiciones de cultivo de la planta, o del proceso de fabricación son factores subjetivos, pero también deberías tenerlos en cuenta.

Mantenimiento y cuidados de la cuerda

Las cuerdas de yute son un material orgánico de origen vegetal, por lo que los elementos ambientales las afectan, deteriorándolas con el paso del tiempo.

Para tener una mejor experiencia en su manejo y prolongar su vida útil, es aconsejable cuidarlas. A continuación, veremos algunos consejos.

Preparación

Si optas por comprar una cuerda al natural (raw), tendrás que aplicarle algún tipo de tratamiento previo a su uso que, en general, seguirá este proceso:

  1. Quebrado de la fibra, para hacerla más manejable. Puedes hacerlo pasándola en tensión repetidas veces por un objeto romo. Si lo haces con la cuerda entrecruzada, además, frotarás su superficie, ayudando a eliminar polvo y asperezas.
  2. Quemado de fibras: El proceso anterior suele dejar a las cuerdas “despeinadas”, con muchas fibras y pelillos. Para eliminarlos, la forma más fácil es pasarla varias veces por una llama azul (de gas). Esto eliminará las fibras sobrantes.

Evitemos llamas naranjas (velas, madera) debido al hollín que generan, que es más difícil de retirar de la cuerda y le deja un cierto olor a fogata.

  1. Limpieza: La llama siempre deja residuos, y la propia combustión de las fibras también deja residuos. Para eliminarlos, frota enérgicamente la cuerda con un paño empapado en alcohol de limpieza, que es lo más eficaz.
  2. Acondicionado: Ya solo nos queda el paso final, acondicionarla para su uso. Aquí buscamos proteger la cuerda de los agentes ambientales, principalmente cambios de humedad y radiación solar.

Al tratarse de un material orgánico, tiene una serie de características compatibles con nuestra piel o cabello, por lo que cualquier producto cosmético exento de elementos nocivos que apliques en tu piel o cabello y cumpla con esos requisitos será apropiado.

Especialmente indicados son aquellos productos que incluyan aceite de árbol de té o jojoba. No recomiendo usar ceras ni grasas naturales, sean de origen animal o vegetal, ya que, por exposición al oxígeno y la luz, tienden a ponerse rancias y desprender un olor poco agradable.

Para su mantenimiento, repite los pasos que sean necesarios cuando sea necesario.

Almacenamiento

Para almacenarlas, si el uso es frecuente, lo más apropiado es colgarlas de una barra o percha por la mitad, así se ventilan y la gravedad hará que estén estiradas.

A menor frecuencia de uso, deben guardarse con mayor tensión en su madeja o bobina. Piensa en ellas como en una prenda de ropa delicada. No deben estar expuestas a la luz ni a la humedad y deben estar protegidas de insectos, roedores y otros animalitos.

No las guardes en bolsas de plástico o recipientes cerrados. La falta de ventilación propiciará la aparición de moho y las cuerdas se estropearán.

Seguridad con los nudos

En shibari apenas se utilizan nudos, y en las pocas ocasiones que se emplean es importante que cumpla 3 principios

  • No ser corredizo, un nudo corredizo se apretará cada vez más, lo que siempre será un problema.
  • No colapsar. Debes soportar tensiones sin alterar su estructura.
  • Ser fácil de desatar. Para no focalizar en el nudo es interesante que se pueda deshacer con facilidad.

Seguridad con las cuerdas

Una primera norma básica es dejar un espacio libre aproximado de 4 dedos (unos 8 cm) sobre cada articulación. En todas y cada una de las articulaciones.

Esto es fácil de verificar, coloca tu mano con los dedos extendidos sobre una articulación (muñeca, por ejemplo). Ninguna cuerda debe estar en el espacio que tapa tu mano.