La importancia de Kote Tori (小手取), radica en que se trata del primer contacto físico entre la persona que ata y la persona atada, creando una impresión que marcará el desarrollo de la interacción entre ambos.
Influencia del Aikido
Por su trayectoria en el Aikido, Yagami Ren nos enseña esta técnica con claras influencias del Kote Tori (小手取) o agarre de muñeca.
Si bien es útil para entender los principios del manejo del cuerpo, esta aproximación presenta algunos problemas si se aplica al shibari erótico tal cual se emplea en las artes marciales, ya que el propósito es claramente distinto.
En el Aikido, esta técnica busca derribar al oponente por medio de la adaptación, el balance y la activación
Sin embargo, en el contexto del shibari, no se trata de "derribar" a un oponente, sino de iniciar una serie de procesos que afectan tanto a la gestión de la sesión en el plano erótico como a la gestión del cuerpo.
Estos procesos implican a ambos participantes.
Lo que se mantiene del Aikido es la función de restricción, tanto anatómica como de la conducta y su uso de la adaptación, el balance ya activación.
Restricción de la conducta
Antes de siquiera tocar, la simple presencia de la persona que ata ya influye en la persona atada.
Aquí entra en juego el concepto de "intención" y la interpretación que la persona atada haga de esa presencia y de la intención.
Siendo rigurosos, más que una "restricción" de la conducta, estamos ante una "gestión". Si buscamos conocer expresiones emocionales genuinas de la persona atada, forzarle a responder de cierta manera se traducirá en una impostación de su conducta natural.
Un ejemplo de cómo la simple presencia de otra persona incide en nuestra conducta lo encontramos cuando, viajando en un transporte público, una persona, conocida o desconocida, se sienta a nuestro lado. Nuestra conducta, nuestro comportamiento, ya cambia. En este caso, en base a lo que nos dicta nuestra norma social.
Maa (間) y Maai (間合)
Estos dos conceptos orientales son una buena metáfora para entender este instante de aproximación e inicio de la interacción.
- Maa: Podemos entenderlo como el espacio personal de un individuo.
- Maai: Hace referencia a armonizar los respectivos espacios personales de dos individuos, ya sea creando un único espacio común, o coexistiendo ambos en un mismo lugar y tiempo.
Es idílico el escenario en el que, por simplemente aproximarse, dos personas en una interacción erótica fusionen sus respectivos Maa en una bella burbuja íntima. Si eso sucede, quizás añadir el shibari sea un derroche, y lo más práctico sea centrarse en esa explosión de deseo.
Pero en la realidad, cuando la relación ya tiene un recorrido, la propia naturaleza fisiológica del deseo hace que, por efecto de la "habituación", la dopamina generada no sea suficiente para "fusionar" ambos espacios automáticamente. Por ello, necesitamos estímulos extra para generar el contexto erótico apropiado.
Intención y Adaptación
Puesto que es quien gestiona la sesión, será la persona que ata la que partirá con una intención, un objetivo o una hoja de ruta para llegar a la resolución que espera.
Por su parte, la persona atada también tendrá sus propias expectativas e intereses sobre lo que va a suceder.
Un primer paso lógico es aproximarse e iniciar el contacto mostrando la intención inicial, marcando un tono para comenzar la sesión.
Observar las reacciones de la persona atada ante esta primera "toma de contacto" es muy importante, así como analizar su respuesta.
En base a ello, se modulará o adaptará esa intención, tono.
No se trata de abandonar el planteamiento inicial si la respuesta no se corresponde al 100% con él. O quizás sí, si la respuesta es tremendamente dispar. Pero en ese supuesto, es aconsejable replantearse más cosas.
No existirán respuestas buenas o malas por parte de la persona atada. Como, salvo disparates inapropiados o disparidad radical, tampoco habrá buenas o malas intenciones.
Entendamos que el objetivo de este primer paso es precisamente empezar a generar un contexto erótico. No esperes obtener un resultado final, simplemente abrir una puerta.
Una rendija, por mínima que sea, contiene todo el espacio vacío.
- Tamura Nobuyoshi Sensei
Ese es el propósito de esta técnica desde el punto de vista de la gestión de la sesión: iniciarla y llevarla a un contexto erótico, que, paso a paso, poco a poco, iremos incrementando a lo largo de la sesión.
Restricción Anatómica
Ciertamente, en Aikido, el Kote Tori es una técnica de restricción, pero es demasiado directa y clara.
A nivel anatómico, en el contexto erótico no es realmente eficiente si no se entienden ciertos principios biomecánicos y cómo afectan a la dinámica del shibari erótico.
En primer lugar, la idea de "agarre de muñeca" ya es un problema, puesto que el objetivo de un primer contacto no es derribar a la persona.
Habitualmente, y puesto que la restricción más eficiente es llevar los brazos atrás, este será el siguiente paso lógico al agarre. Por lo tanto, para facilitar la explicación de la técnica, nos vamos a situar en ese escenario.
Otros movimientos, como brazos adelante, abajo o arriba, se explican en detalle en el curso al abordar las katas en las que se emplean.
Así pues, si planteamos llevar los brazos de la persona atada a su espalda para establecer ahí una restricción anatómica, debemos tener en cuenta los siguientes fundamentos:
Postura: Shisei (姿勢)
Ambas partes han de estar en una postura balanceada, anatómicamente neutra, generando un buen circuito cinético aprovechando la fuerza de reacción del suelo (GRF).
Activación: Haru Chikara (張る力)
La postura shisei ya implica una cierta activación del cuerpo, pero ante el contacto de la persona que ata, la persona atada debe responder activamente.
No se trata de resistirse ni de empujar, sino de "apoyarse", de transferir una parte del peso, asimilando el punto de contacto como un apoyo más en el suelo.
La persona que ata debe recoger ese peso e integrarlo en su propio circuito cinético, devolviendo el peso que recibe en forma de energía, de apoyo.
El baile es una buena metáfora: cuando dos personas bailan, una no se deja caer sobre la otra, pero le aporta una porción de su peso. Para quienes no bailan (deberíais), un abrazo puede ser un símil válido.
Tocar: Fureru (触れる)
Como ya vimos en lecciones previas, dónde tocamos afecta plenamente a la forma en que reacciona y se activa el cuerpo tocado.
Si el plan es que el siguiente movimiento sea llevar los brazos atrás, deberemos buscar la zona externa del brazo (línea del meñique) y evitar la zona interna (línea del pulgar) o el centro, ya que si tocamos esas zonas, la activación tenderá a generarse en la musculatura que no facilita el movimiento hacia atrás del brazo, sino hacia adelante o lateral.
Por lo tanto, es más que recomendable no cerrar la mano sobre el brazo, sino utilizar una técnica de mano abierta, empleando como punto de contacto y gestión el espacio entre el pulgar y el índice.
¿Brazo? No, antebrazo.
Precisamente, si queremos aprovechar la activación para generar una restricción anatómica segura y eficiente, el antebrazo es la zona ideal. Variando de persona a persona, e incluso de día a día, el punto ideal lo encontraremos en el tercio superior del antebrazo, cerca del codo, en la línea del meñique.
Como el cuerpo que se maneja es el de la persona atada, es buena idea que esta facilite indicaciones claras a la persona que la está atando sobre dónde es más eficiente el contacto.
El objetivo biomecánico de esta técnica es establecer un circuito cinético entre ambas personas, que la fuerza de reacción del suelo se reparta eficientemente de una a la otra, y se pueda utilizar para gestionar el movimiento.
Fuerza
No, no es cuestión de fuerza física. No se trata de agarrar a la persona atada como si de un pesado mueble se tratase.
La energía que usaremos es la que nos facilita la propia postura, utilizando ambos el core para su gestión.
La mano que agarra no debe capturar a la persona atada como una garra; la función de la mano es el manejo fino, la gestión, la indicación.
Obviamente, el tono de la sesión afectará al grado de activación e intensidad (no es lo mismo que fuerza) que se aplique. Un juego duro o uno romántico requerirán cantidades de energía totalmente distintas.
Resumen de la Técnica de Cuerpo
Para comenzar, es importante que ambos, tanto el que ata como quien es atado, partan de una posición anatómicamente neutra.
Esta postura proporciona una base estable y segura para cualquier movimiento que se realice, minimizando el riesgo de lesiones.
Vamos a aplicar la técnica de agarre específicamente en el antebrazo, permitiendo un control seguro y efectivo, mientras se protegen las estructuras más vulnerables, como los tendones y las articulaciones de muñeca y hombro.
Cuando realizamos el agarre, es esencial concentrar la presión en la zona externa del brazo, alineada con el meñique.
Evitaremos ejercer presión sobre la zona interna (línea del pulgar) para comunicar al sistema cerebro de la persona atada qué músculos emplearemos y cuál será el patrón de restricción que estamos construyendo.
Se trata de una técnica de mano abierta. Esto significa que no se debe agarrar con fuerza; al contrario, el control se logra a través de una combinación de precisión y gestión que comienza en el core (zona central del cuerpo).
La mano solo desempeña un papel de ajuste fino y manejo preciso. Para realizar un manejo eficaz, se recomienda utilizar la tabaquera anatómica (el espacio entre el pulgar y el índice) para manipular a la persona atada.
No cerrar la mano ni apretar con fuerza.