En este vídeo te mostramos cómo una buena comprensión y ejecución de la técnica de Kote Tori (小手取) puede afectar y beneficiar tu práctica del shibari.
Análisis de la Técnica
Para comenzar, es importante que ambos, tanto el que ata como quién es atado, partan de una posición anatómicamente neutra.
Esta postura proporciona una base estable y segura para cualquier movimiento que se realice, y minimiza el riesgo de lesiones.
Técnica de Agarre: Detalles Fundamentales
La técnica de agarre se aplica específicamente en el antebrazo, nunca sobre la muñeca.
Este punto es fundamental porque permite un control seguro y efectivo, mientras protege las estructuras más vulnerables como los tendones y las articulaciones de la muñeca.
Cuando realizamos el agarre, es esencial concentrar la presión en la zona externa del brazo, alineada con el meñique.
Evitaremos ejercer presión sobre la zona interna del brazo, cerca del pulgar.
Esta diferencia de presión es clave para comunicar al sistema cerebro de la persona atada qué músculos emplearemos y cuál será el patrón de restricción que estamos construyendo.
Gestión desde el Core
Quien ata debe tener siempre presente que se trata de una técnica de mano abierta.
Esto significa que no se debe agarrar con fuerza; al contrario, el control se logra a través de una combinación de precisión y gestión que comienza en el core (zona central del cuerpo).
La mano solo desempeña un papel de ajuste fino y manejo preciso.
Para realizar un manejo eficaz, se recomienda utilizar la tabaquera anatómica (el espacio entre el pulgar y el índice) para manipular a la persona atada.
La clave es no cerrar la mano ni apretar con fuerza.
Dirección y Control
Con firmeza, pero sin fuerza, primero imprimimos una dirección.
Como se muestra en el video, (es solo un ejemplo) tomando el vector natural del brazo de la persona atada, aplicando una ligera presión hacia el suelo. Este movimiento debe ser sutil, apenas perceptible para el cuerpo, pero suficiente para notar una leve reacción.
Gestión del Balance y Movimiento
En este punto, habremos establecido un control efectivo sobre el balance de la persona atada, lo cual nos permitirá gestionar con precisión el movimiento de su cuerpo.
Este enfoque técnico se centra en maximizar el control con el mínimo esfuerzo físico, utilizando principios biomecánicos y neuromusculares para influir en el cuerpo de la persona atada.
A medida que avanzamos en las lecciones, entenderás mejor cómo aplicar estas técnicas con confianza y precisión.
Recuerda: el objetivo es siempre el control suave y eficiente, no la fuerza bruta.