Este curso se centra en el shibari erótico, por lo que es relevante definir este concepto y aclarar algunas ideas relacionadas.
Definimos sekibaku como shibari para mejorar la vivencia erótica. Lo que generalmente es interpretado como shibari para sexo, como si de una serie de técnicas y trucos mágicos con los que obtener mejores resultados en la cama.
Pero no es así. No existe una técnica estrella que provoque una reacción orgásmica infalible en todas las personas y en todas las ocasiones.
Sí que hay todo un conjunto de técnicas y conocimientos que nos van a permitir descubrir y cultivar nuestro shibari erótico, adaptándolo a nuestros gustos, a cómo estamos ese día, y que nos ayudarán para que la interacción sea satisfactoria para ambas personas. Y en esta clase vamos a sentar unas bases sólidas para avanzar en este campo.
Cultivar vuestra erótica es un trabajo que requiere dedicación, y en este curso aportamos los conocimientos y herramientas que os permitirán gestionar vuestro deseo erótico como la emoción que es, y encaminaros hacia su satisfacción.
No hay fórmulas mágicas ni trucos milagro infalibles. Pero sí que hay todo un conjunto de técnicas básicas que, desde la primera clase, os facilitarán cultivar vuestro propio shibari erótico, adaptándolo a nuestros gustos y al momento.
Buscando siempre que la interacción sea segura y satisfactoria para ambas personas.
Hacemos hincapié en que estas cuestiones son relevantes tanto para la persona atada como para quien ata, debemos tener en consideración las vivencias de ambas para que la interacción sea satisfactoria para todas las partes implicadas.
Este curso se centra en el shibari erótico, por lo que es relevante definir este concepto y aclarar algunas ideas relacionadas.
La definición académica de la erótica nos dice que es la expresión de nuestra sexualidad, la cual es única para cada individuo, ya que no hay dos personas iguales.
Siguiendo estas definiciones académicas, la sexualidad se refiere a nuestra forma de vivirnos como personas sexuadas que se relacionan con otras personas sexuadas. Dado que cada individuo es único, existen tantas sexualidades como personas.
Por lo tanto, la erótica, según la academia, es la expresión de esta forma única de vivir nuestra sexualidad y puede involucrar a otras personas o no involucrar a nadie más.
Sin embargo, estas definiciones académicas pueden parecer poco prácticas fuera del ámbito de los estudios y ensayos clínicos. A menudo, cuando las leemos, nos preguntamos: “Bueno, ¿y qué significa esto para mí?”.
Además, la terminología y la amplitud de los conceptos pueden ser difíciles de comprender en muchos casos.
A lo largo del curso, exploraremos cada una de estas definiciones y conceptos desde la perspectiva de quienes practican el shibari, y buscaremos la manera de aplicarlos a vuestras propias experiencias.
Si la erótica es la expresión de nuestra sexualidad, esto significa que estamos hablando de todas las conductas y pensamientos que surgen como resultado de la creación de un contexto en el que se genera deseo erótico.
En otras palabras, todo aquello que se nos ocurre que sería buena idea hacer en ese momento que, además, va a ayudarnos a mantener ese deseo que estamos sintiendo.
Estas expresiones pueden incluir a otras personas, pero no es un requisito indispensable.
Siguiendo esta línea de pensamiento, podemos decir que la sexualidad es el conjunto de esquemas mentales que dictan la forma en que nos representamos a nosotros mismos como personas con un sexo, así como la manera en que nos relacionamos con otras personas que también tienen un sexo.
Esto implica la forma en que interpretamos nuestra identidad sexual o el sexo que somos, y nuestra orientación erótica. Es decir, el sexo de las personas con las que tenemos interacciones que generan un contexto erótico y, por lo tanto, pueden generar deseo erótico. También se refiere a lo que esos sexos significan para nosotros y a todas las implicaciones que conlleva.
Dado que cada persona es única, con un cerebro único y sus propias vivencias, experiencias y aprendizajes, podemos presuponer que cada individuo tiene su conjunto exclusivo de esquemas mentales.
Por lo tanto, cada sexualidad y cada erótica son particulares y diferentes del resto de la población, aunque es posible que existan similitudes dentro de un mismo grupo social. Además, pueden tener un mayor o menor grado de compatibilidad con la de otras personas.
Este enfoque en la singularidad y diversidad de la sexualidad y la erótica es esencial para comprender cómo y por qué funcionan las técnicas de shibari. Ya que cada individuo tiene su propia experiencia única de la vivencia y que cambia con el tiempo y debemos adaptar la aplicación de la técnica a cada momento y a cada persona.
El shibari erótico no se trata solo de atar y amarrar, sino de crear una experiencia erótica que sea significativa y placentera para todas las partes involucradas.
Es una forma de explorar los propios deseos y los de las personas con las que compartimos la experiencia. Generando momentos compartidos y elementos o vivencias comunes entre ambos.
Siempre debemos tener en consideración las vivencias de ambas partes, tanto de quien ata como de quien es atado, para que la interacción sea satisfactoria para todos los involucrados.