Te proponemos tres ejercicios en los que aplicar los fundamentos de postura y balance. No se trata de perfección ni de competencia, sino de conciencia y diversión. Estos fundamentos son necesarios para realizar restricciones seguras y eficientes
La función de estos ejercicios no es entrenar o mejorar vuestra condición física, sino que buscan entender cómo funciona vuestro cuerpo, cuál es su movilidad, y cómo debe sentirse cuando se mueve (o permanece estático) de forma óptima desde el punto de vista biomecánico.
Estamos demasiado acostumbrados a no escuchar a nuestro cuerpo, a "tirar" y funcionar, ya que el cuerpo nos dará lo que le pidamos, pero eso no es lo ideal. Para mejorar la vivencia en algo tan físico como una interacción de shibari erótico, debemos aprender a utilizar nuestro cuerpo de una forma correcta.
Para las personas que atan, conocer las sensaciones en su cuerpo es requisito para poder "sentir" el cuerpo de la persona atada. En una práctica podemos parar, preguntar, chequear siempre que sea necesario para verificar que todo está bien, pero en una interacción erótica, esa verificación bidireccional puede ser muy disruptiva, por lo que aprender a "escuchar" al cuerpo de la persona atada es clave.
Para las personas atadas por su parte, saber cuando su cuerpo responde de forma adecuada, o cuándo está compensado es la diferencia entre una vivencia satisfactoria y una lesión. Siempre, siempre, debéis estar presentes en vuestro cuerpo, y cuando algo no esté bien indicarlo.
Ejercicio 01: Postura
Este ejercicio es un buen principio para introducirse en las técnicas de restricción. Es divertido, pero debéis tener cuidado al practicar.
Procuraros un espacio libre de objetos y obstáculos para evitar golpes imprevistos. Y si podéis colocar algo blando en el suelo, unas mantas, cojines, etc.
Es un ejercicio para realizar en pareja. Primero uno y luego el otro. Tanto la persona que ata como la persona atada, hay que saber colocar el propio cuerpo en una posición de balance, de equilibrio.
En nuestra vida cotidiana adquirimos muchos malos hábitos posturales, que crean una impronta en nuestro cerebro, por lo que al cabo de un tiempo el cerebro entiende que esa es la postura o el movimiento adecuado. Con lo que ya no seremos capaces de valorar si estamos adoptando la postura o haciendo el movimiento correcto.
Guía paso a paso
En esta práctica trabajaremos en adoptar y corregir la postura shisei.
El objetivo es lograr un "reset" postural, reprogramando la memoria corporal para mejorar la postura y el equilibrio.
Preparación
- Posición inicial: Puedes empezar de pie o sentado. Ambas posiciones permitirán trabajar la postura, pero es recomendable comenzar de pie para una mayor conciencia corporal y luego repetir el ejercicio sentado.
Ejecución
De pie:
- Alineación de los pies: Coloca las plantas de los pies paralelas y firmemente asentadas en el suelo, con una separación al ancho de las caderas.
- Distribución del peso: Siente cómo el peso de tu cuerpo se distribuye uniformemente sobre ambos pies. Relaja las caderas, permitiendo que el peso del tronco se reparta por la columna vertebral.
- Alineación de la columna: Imagina que un hilo invisible te tira suavemente desde la coronilla, alargando tu columna vertebral. Mantén una sensación de verticalidad desde la base de la columna hasta la cabeza.
- Relajación de hombros y brazos: Deja caer los hombros, relajados, sin tensión. Los brazos deben colgar naturalmente a los lados del cuerpo.
- Apertura del pecho: Mantén el pecho abierto para facilitar una respiración profunda y fluida. Evita encorvarte o exagerar la curvatura lumbar.
Sentado (en suelo):
- Posición de los pies: Coloca los pies paralelos en el suelo, separados al ancho de las caderas.
- Colocación de la pelvis: Siéntate con los isquiones firmemente apoyados en suelo, manteniendo una ligera curva lumbar natural.
- Alineación de la columna y relajación de hombros: Sigue las mismas instrucciones que para la posición de pie.
Si lo necesitas, utiliza algún tipo de colchoneta, alfombra o cojín para sentarte sobre él.
Corrección
- Observación:
- Una persona adopta la postura shisei mientras la otra observa desde diferentes ángulos.
- Es recomendable que la persona que observa ayude proporcionando retroalimentación, siguiendo las indicaciones aprendidas (clase 01-16).
- Corrección de la postura:
- La persona en shisei debe intentar realizar ajustes basándose en las indicaciones recibidas.
- Si es necesario, el observador puede ayudar suavemente a corregir la postura manualmente, siempre con cuidado y suavidad.
Escucha y ajuste corporal
- Propiocepción: Quien está en la postura debe estar atento a las sensaciones corporales, notando cómo el cuerpo responde y se adapta.
- Estabilidad: Prueba empujar con suavidad desde diferentes direcciones. El cuerpo debe oponer una resistencia natural sin esfuerzo excesivo, manteniendo el equilibrio.
Cambio de roles
- Rotación de participantes: Después de mantener la postura por unos minutos, los roles se cambian. La persona que observaba adopta la postura, y la otra realiza la observación y corrección.
Es importante que ambos hagáis este ejercicio, independientemente de roles, ya que mantener una postura de balance, anatómicamente neutra es requisito para ejecutar de forma adecuada el resto de técnicas.
Ejercicio 02: Rango Dinámico
En este ejercicio, trabajaremos en el análisis del rango de movimiento del brazo, diferenciando entre el rango dinámico activo y el rango dinámico pasivo.
Es importante realizar el ejercicio en turnos, con una persona ejecutando el movimiento y la otra observando y controlando.
Rango Dinámico Activo
- Posición inicial:
- Adoptar postura shisei: Comienza en una posición neutra, con los pies paralelos y alineados con las caderas, la columna elongada, hombros relajados y el pecho abierto.
- Observador preparado: La persona que observa debe colocarse en una posición donde pueda ver claramente el movimiento del brazo sin interferencias.
- Movimiento del brazo:
- Ejecución: Lleva uno de tus brazos hacia atrás, manteniéndolo estirado, hasta alcanzar el máximo rango sin mover otras partes del cuerpo.
- Control de estabilidad: Es fundamental que solo el brazo se mueva. La pelvis, el tronco, las piernas y el cuello deben permanecer inmóviles y en su posición original.
- Observación y corrección:
- Rol del observador: Verifica que el movimiento sea exclusivo del brazo. Observa cualquier intento de compensación con otras partes del cuerpo.
- Atención a la musculatura activa: El observador debe tocar suavemente los músculos implicados para identificar la tensión muscular.
- Mantener posición:
- Rango dinámico activo: Una vez alcanzado el límite, mantén el brazo en esa posición sin ayuda. Este límite es el rango dinámico activo, es decir, el rango de movimiento que puedes alcanzar y mantener activamente.
- Intercambio de roles:
- Cambia de roles para que ambos participantes experimenten la sensación física del movimiento y la tensión muscular involucrada.
Rango Dinámico Pasivo
- Repetición del movimiento:
- Realiza nuevamente el movimiento llevando el brazo hacia atrás hasta alcanzar el límite del rango dinámico activo.
- Asistencia del observador:
- Extensión del rango: El observador ayuda suavemente a mover el brazo más allá del rango dinámico activo, incrementando el rango de movimiento.
- Precauciones: Asegúrate de que la asistencia se realice con cuidado, respetando los límites de comodidad de la persona en movimiento.
- Observación de cambios:
- Musculatura y tensión: Ambos deben observar cualquier cambio en la tensión muscular. Es común notar una disminución de la tensión muscular activa en el rango dinámico pasivo.
- Postura general: Presta atención a posibles ajustes o compensaciones en la postura general del cuerpo al mover el brazo pasivamente.
- Intercambio de roles:
- Cambia nuevamente de roles, permitiendo que ambos participantes experimenten el rango dinámico pasivo.
Este ejercicio no solo ayuda a identificar el rango de movimiento activo y pasivo del brazo, sino que también fomenta la conciencia corporal y la percepción de la tensión muscular.
Ejecutarlo con sensibilidad y cuidado, evitando forzar movimientos que puedan causar incomodidad o lesiones.
Ejercicio 03: Balance
Con este ejercicio buscamos entender la estabilidad en la postura shisei y explorar el equilibrio corporal. Trabajando tanto en mantener como en "romper" el balance de forma controlada.
Es importante el concepto "control", todos los movimientos, los desplazamientos, etc. deben ser fruto de movimientos controlados, "potencia sin control no sirve de nada".
Cuadrado en Shisei
- Preparación:
- Ambos participantes adoptan la postura shisei frente a frente, con una distancia suficiente para que al extender un brazo puedan tocar el esternón del otro.
- Ejecución:
- Persona 1: Coloca suavemente la mano sobre el esternón de la otra persona.
- Aplicación de fuerza: Comienza empujando suavemente hacia adelante. Ambos deben notar cómo el cuerpo resiste este empuje.
- Aumento gradual de fuerza: Incrementa gradualmente la presión, notando cómo aumenta la resistencia.
- Cambio de roles: Repite el proceso con cambio de rol.
- Evaluación de la experiencia:
- Pausa y reflexionen sobre las sensaciones experimentadas. Discuta si la respuesta fue proporcional a las fuerzas aplicadas y cómo cada persona percibió la estabilidad.
Nota: En una postura bien equilibrada (cuadrado), se requiere una fuerza considerable para desequilibrar a la persona desde un empuje frontal. La persona en postura shisei debería sentir que necesita menos esfuerzo para mantener la estabilidad de lo esperado.
Triángulo
- Posición inicial:
- Ambas personas vuelven a colocarse en la postura shisei, frente a frente.
- Empuje tangencial:
- Persona 1: Usa su mano derecha para empujar el hombro derecho del compañero (que está a su izquierda).
- Movimiento del cuerpo: No uses la fuerza del brazo; desplaza tu peso hacia adelante y rota ligeramente la cadera para aumentar la efectividad del empuje.
- Objetivo: Visualiza que estás "rotando un triángulo desde uno de sus vértices". Este enfoque debería facilitar la «ruptura» del equilibrio sin necesidad de usar mucha fuerza.
- Cambio de roles:
- Repetición del ejercicio con cambio de roles.
- Evaluación de la técnica:
- Pausa y discutan cómo se sintieron ambos participantes. Comenten sobre la efectividad de la técnica tangencial y la cantidad de esfuerzo necesario para "romper" el balance.
Valoraciones
- Experimentar con diferentes variantes de empuje, cambiando ángulos o la posición de los pies para ver cómo afectan la estabilidad.
- El propósito de estos ejercicios es aprender y divertirse. No se trata de ganar o perder, sino de entender cómo el cuerpo responde a diferentes fuerzas y movimientos.
La práctica consciente y la observación atenta son clave para dominar estas técnicas y aplicar restricciones seguras y eficientes en futuras prácticas.