Estos ejercicios sirven para comprender el mecanismo del agarre, así como para desarrollar la sensibilidad necesaria para ejecutarlo, única forma de poder modular esta técnica.

Consejos

Para poder aplicar esta técnica es necesario haber practicado los ejercicios anteriores, y entenderlos.

Y no, no intentéis hacer los ejercicios de esta lección justo después de hacer por primera vez los de la lección anterior.

Trabajar sobre los ejercicios anteriores unas semanas, hasta que los entendáis y vuestro cuerpo adquiera memoria muscular. Vuestro cerebro debe entender qué es lo que le estáis pidiendo al cuerpo. Solo entonces vais a poder pasar a este ejercicio.

Un consejo válido para todos los ejercicios del curso. Las repeticiones en series de 5. Cinco repeticiones en una dirección, pausa, cinco repeticiones en la otra dirección (o con la otra mano, etc.), y descanso.

Las habilidades no se van a fijar mejor por repetir 54 veces seguidas el ejercicio. Es preferible hacer 1 serie de 5 cada día de forma constante antes que 10 series una vez y no volver a trabajar sobre ese ejercicio en varios meses.

Ejercicio 04: Agarre

Este ejercicio nos sirve para comprender el mecanismo del agarre, así como para desarrollar la sensibilidad al ejecutarlo, única forma de poder modular esta técnica.

Se trata de una técnica en la que el control sobre los movimientos de la persona que la recibe es fundamental. No se trata de fuerza, sino de habilidad.

Primero es necesario hacer el ejercicio sobre uno mismo, cuándo empecemos a entenderlo es cuándo podemos empezar a probar con otra persona.

Guía paso a paso

Objetivo: Familiarizarse con la técnica de Kote Tori, empezando con autoaprendizaje antes de aplicarla sobre otra persona. Para así comprender mejor cómo se siente y cómo debe ejecutarse el agarre en el antebrazo.

Ejercicio 4.1: Autoaprendizaje

Esta fase de autoaprendizaje es clave para desarrollar una comprensión intuitiva de la técnica de Kote Tori. Practicar con uno mismo permite una exploración segura antes de aplicar la técnica sobre otra persona, facilitando un aprendizaje más seguro y consciente.

Posicionamiento Inicial

• Posición del brazo:
  • Coloca un brazo frente a ti, con el codo ligeramente flexionado y el antebrazo a una altura que te sea cómoda (más o menos, frente a tu pecho).
  • Mantén el antebrazo en una posición cómoda y relajada.
  • No te agarrotes, activación fluida.
• Agarre con la otra mano:
  • Usa tu mano libre para agarrar tu propio antebrazo.

Variaciones

• Variedad de agarres:
  • Agarre completo: Envuelve tu antebrazo completamente con tu mano, utilizando toda la palma y los dedos.
  • Agarre con falanges: Utiliza solo las falanges de tus dedos para el agarre, prueba alternativamente sobre la cara interna y externa del antebrazo.
  • Agarre con la palma: Usa únicamente la palma de la mano para hacer contacto con el antebrazo.
  • Posición de agarre: Experimenta con agarres más arriba (cerca del codo) y más abajo (cerca de la muñeca) en el antebrazo.
  • Rotación del antebrazo: Prueba diferentes orientaciones del antebrazo, como con la palma hacia ti, hacia abajo, hacia arriba, etc.

Observación y Sensaciones

• Repetición: Repite los agarres muchas veces, en varias sesiones, para familiarizarte con las sensaciones y respuestas de tu antebrazo.
• **Análisis:
  • Sensación de tejidos: Intenta diferenciar si tocas músculo, hueso, tendón o vasos sanguíneos.
  • Diferencias entre agarres: Observa cómo cambia la sensación según el tipo de agarre y la posición en el antebrazo.

Este es un ejercicio del estilo "dar cera, pulir cera". No parece tener ninguna utilidad, es muy posible que no aprecies nada diferente haciendo una u otra cosa. Pero sé paciente. Con un número elevado de repeticiones las sensaciones aparecen.

(Después de una mucha práctica individual)

Una vez que te familiarices con las diferentes formas de agarrar, y comprendas las sensaciones asociadas con cada una, puedes comenzar a practicar con otra persona.

Ejercicio 4.2 Aplicación sobre otra persona

Este ejercicio tiene un doble propósito: establecer un contacto consciente con otra persona y gestionar su equilibrio corporal de manera controlada.

Fase de Preparación

1. Posición inicial:
   • Ejecutor: Colócate de pie al lado de la persona que recibe la técnica, manteniendo una postura neutral con una activación adecuada del core.
   • Receptor: Permanece en una posición anatómicamente neutra, relajado, pero atento, sin anticipar ni resistir los movimientos. Core activo.
2. Establecer un contacto consistente: El agarre debe ser fluido. Cualquier movimiento brusco, fuerza excesiva o debilidad en el contacto hará que el receptor se enfoque en el contacto mismo y no en su balance.

Ejecución

1. Aplicación del agarre:
   • Utiliza las falanges de los dedos para agarrar suavemente el antebrazo del receptor, centrándote en la línea del meñique.
   • Establece el contacto aplicando una presión mínima, suficiente para sentir la respuesta del cuerpo del receptor. Esta respuesta debe ser sutil, similar a la sensación de entrar en agua un poco fría pero no helada.
2. Exploración de la respuesta:
   • Ambos participantes deben notar y valorar la sensación del contacto. La respuesta del receptor debería ser leve y natural, sin resistencia ni tensión excesiva.
3. Activación muscular:
   • Receptor: Comienza a aplicar fuerza hacia las falanges de los dedos del ejecutor, incrementando progresivamente como si intentaras llevar el brazo hacia adelante. Esta fuerza debe originarse desde el core, no desde el brazo mismo.
   • Ejecutor: Mantén el agarre con las falanges sobre la línea del meñique, impidiendo que el receptor pueda mover su brazo hacia adelante.

Principio Biomecánico de la Restricción

Si la técnica se ejecuta correctamente, el ejecutor utilizará una fracción de la fuerza aplicada por el receptor para restringir su movimiento.

Esto demuestra cómo una correcta aplicación de la biomecánica permite manejar fuerzas mayores con un esfuerzo menor.

Ejercicio 4.3 Control sobre otra persona

La clave está en la decisión en la aplicación del agarre, que debe ser firme pero no excesivo, y realizar movimientos fluidos y constantes.

Fase de Preparación

1. Posición inicial:
   • Ejecutor: Colócate de pie al lado de la persona que recibe la técnica, manteniendo una postura neutral con una activación adecuada del core.
   • Receptor: Permanece en una posición anatómicamente neutra, relajado, pero atento, sin anticipar ni resistir los movimientos. Core activo.
2. Agarre fluido: Cualquier movimiento brusco, fuerza excesiva o debilidad en el contacto hará que el receptor se enfoque en el contacto mismo y no en su balance.

Ejecución

1. Aplicación del agarre:
   • Utiliza las falanges de los dedos para agarrar suavemente el antebrazo del receptor, centrándote en la línea del meñique.
   • Establece el contacto aplicando una presión mínima, suficiente para sentir la respuesta del cuerpo del receptor.
2. Exploración de la respuesta:
   • Ambos participantes deben notar y valorar la sensación del contacto. La respuesta del receptor debería ser leve y natural, sin resistencia ni tensión excesiva.
3. Creación de geometría y movimiento:
   • Triángulo: El ejecutor debe imaginar una geometría triangular en relación con su cuerpo, el del receptor y el suelo. Uno de los vértices de este triángulo es la mano que realiza el agarre.
   • Movimiento controlado: Inicia un movimiento circular suave, fluido y constante con la mano que sostiene el antebrazo. Este movimiento debe ser lo suficientemente delicado para controlar el equilibrio del receptor sin causar tirones ni empujones.
4. Gestión del balance:
   • Control del movimiento: El ejecutor debe mantener el control del cuerpo del receptor en todo momento. Debe poder detener, avanzar o retroceder el movimiento según sea necesario.
   • Experiencia del receptor: El receptor debe sentir que su cuerpo se mueve de manera orgánica y segura, sin brusquedad. Es importante que sienta confianza en los movimientos y que estos se perciban naturales y suaves.

Valoración

1. Evaluación y ajuste:
   • Después del ejercicio, ambos participantes deben valorar el ejercicio. Discutir la calidad del contacto, la fluidez del movimiento y la sensación de control y seguridad.
2. Repetición y mejora:
   • Repetir el ejercicio, ajustando la técnica según las observaciones hechas. Practicar diferentes grados de presión y variaciones en el movimiento circular para encontrar el control óptimo.

Nota: La práctica constante y consciente de estos principios es esencial para perfeccionar la técnica. Recuerda que el objetivo es comprender y manejar el cuerpo de la otra persona de manera segura y efectiva, siempre priorizando la comodidad y seguridad de ambos participantes.

Es bueno que la persona “agarrada” ofrezca feedback objetivo y detallado sobre lo que siente cuando el ejercicio se hace con diferentes intenciones, aproximaciones, intensidades …

A tener en cuenta

• No es un manotazo.
• Debe servir para transmitir la intención y gestionar la tensión.
• Aquí comienza el diálogo.
• No agarrar la muñeca, es una articulación móvil.
• Se agarra el antebrazo.
• Combinar suavidad y firmeza.
• Evitar brusquedades y movimientos dubitativos.
• Sentir con la mano.

Esta lección está especialmente enfocada a las personas que atan, pero ambos roles pueden divertirse practicando juntos estos ejercicios.

La repetición ayuda a entrenar la memoria muscular y ejercitar la paciencia.

La finalidad de repetir es desarrollar habilidades para que la técnica no suponga una barrera a la creatividad ni a la comunicación en el shibari.