En Shibari, la "Tensión (張力 Chouryoku)" integra la tensión corporal muscular y la tensión en la cuerda, esenciales para la comunicación durante la práctica. La combinación de ambas crea un canal no verbal que transmite emociones e intenciones, elevando la cuerda a un medio de expresión profunda
Tensión en el cuerpo
Bajo el término "Tensión (張力 Chouryoku)" se engloban dos técnicas, la tensión en el cuerpo (activación) y la tensión en la cuerda.
El uso combinado de ambas se convierte en un elemento clave para la comunicación y gestión. Hace las veces del canal o medio a través del cual se transmite la comunicación.
Es la herramienta por medio de la cual vamos a poder modular desde el cuerpo de quien ata el cuerpo de la persona atada.
La "tensión en el cuerpo" se entiende mejor si la interpretamos como activación.
Es un mecanismo de nuestro cuerpo fácil de verificar. La activación muscular hace que un músculo se "endurezca" cuando está activo, y se "ablande" cuando se relaja.
Agonismo y antagonismo
Es un mecanismo de nuestro cuerpo, por el que cuando un músculo se contrae, otro se extiende. Por ejemplo, cuando estiras un brazo, unos músculos se relajan para permitir la extensión, mientras que otros se contraen para retener y controlar el movimiento.
Podéis comprobarlo con el tacto. Por eso es una buena práctica que la persona que ata toque el cuerpo de la persona atada, para verificar la activación muscular, y activar o relajar músculos según sea necesario en cada momento.
En ningún caso con presión, fuerza o dolor
Los mecanismos de defensa del cuerpo desactivan la musculatura en presencia de dolor.
Lo hacen para evitar lesiones más serias. Esto tiene un efecto inmediato sobre la tensión. Desaparece, y con ella se pierde la comunicación con el cuerpo de la persona atada.
Si aplicamos demasiada presión, o si hay demasiada activación y el cuerpo de la persona atada se “agarrota” no va a funcionar la técnica.
Una técnica para modular la tensión aplicada o establecida en el cuerpo es que quien ata gestione todos sus movimientos desde el core.
Activación en la persona que ata
La persona que ata debe gestionar tanto la activación de la persona atada como la suya propia.
El cuerpo de la persona que ata no puede estar relajado o sin balance. Todos los movimientos han de salir del core.
Para interactuar y comunicarnos de esta forma con la persona atada debemos reclutar la musculatura abdominal, lumbar, pélvica y los glúteos (entre otros), lo que se conoce como "core".
Únicamente de esta forma vamos a poder modular desde el cuerpo de quien ata el cuerpo de la persona atada.
Biomecánicamente, se explica por el hecho de que la musculatura del core es la que nos otorga fuerza, potencia y estabilidad, mientras que a medida que nos alejamos de la columna vertebral lo que tenemos es motricidad fina, precisión y habilidad.
Esto es, si quien ata agarra con fuerza, aprieta o maneja con brusquedad, primero, obtendrá una respuesta proporcionalmente simétrica del cuerpo de la persona atada. Pero además, no tendrá ningún control ni precisión en los movimientos de la persona atada.
Sentir la activación
Los ejercicios de lecciones anteriores os enseñarán a "sentir" la activación. Siendo prácticos, durante la sesión o juego no podemos estar parando, verificando o preguntando continuamente si todo está como debe.
Tampoco podemos presuponer que todo va bien, quien ata debe desarrollar la habilidad de identificar con el tacto y la vista si la respuesta anatómica de la persona atada es la adecuada o no.
No es magia, es técnica, y para adquirirla es necesario haber practicado antes, con un buen feedback por parte de la persona atada.
Recuerda, es un diálogo
Tocar, activar, mover, acercarse o alejarse son comunicación.
Piensa en cuando estás en un espacio público, cola del supermercado, parada de transporte público, y una persona se sitúa demasiado cerca de ti. Hay una reacción por tu parte ¿verdad?
Pues en el shibari es lo mismo. Incluso antes de tocarnos ya nos estamos comunicando.
Puede darse el caso de que quien ata se acerque a la persona atada, la toque .. y no perciba una reacción, ¡no hay reacción!!!!!
Bien, eso también es comunicación. Puede significar que está muy tranquila esperando, que entiende que debe mantenerse calmada para facilitar el atado, o que simplemente, no le esté impresionando en absoluto lo que está sucediendo.
Lo que sea ya lo sabremos más tarde, presuponer y asumir una u otra opción es arriesgado. Pero quien ata si puede modular su siguiente paso, para ver cuál es la respuesta, y así sucesivamente.
Entender este mecanismo es clave en el shibari erótico. Si lo aprovechas obtendréis resultados mucho más interesantes.